TERRORISMO POÉTICO
Bizarras danzas nocturnas en cajeros
automáticos. Despliegues pirotécnicos no autorizados. Land Art, creaciones
bizarras como extraños artefactos esparcidos por los parques públicos. Métete a
casas ajenas pero en lugar de robar, deja objetos Poético-terroristas. Secuestra
a alguien y hazlo feliz. Escoge a alguien al azar y convéncelo de que ha
heredado una fortuna enorme, inútil y fascinante -- digamos 5000 millas
cuadradas de la Antártica, o un envejecido elefante de circo, o un orfanato en
Bombay, o una colección de manuscritos alquímicos. Más tarde se dará cuenta
que, por unos instantes, creyó en algo extraordinario y quizás, eso le lleve a
buscar una forma más intensa de existir.
Fija placas de bronce en lugares (públicos o
privados) conmemorando haber experimentado una revelación o una experiencia
sexual particularmente satisfactoria, etc.
Desnúdate como un símbolo.
Organiza una huelga en tu escuela o lugar de
trabajo objetando que no te es satisfecha tu necesidad de indolencia y belleza
espiritual.
El grafitti le dio cierta gracia a los feos
subterráneos y rígidos monumentos públicos, el arte Poético Terrorista también
puede ser creado para lugares públicos: poemas garabateados en los baños de los
juzgados, pequeños fetiches abandonados en parques y restaurantes, arte
fotocopiado bajo los limpiaparabrisas de autos estacionados, slogans en letras
grandes pegados en parques infantiles, cartas anónimas a destinatarios al azar
o intencionales (fraude postal), transmisiones piratas de radio, cemento
fresco...
La reacción de la audiencia o el shock estético
producido por el Terrorismo Poético tiene que ser al menos tan intenso como la
sensación de terror -- desagrado profundo, excitación sexual, maravillamiento
supersticioso, repentina revelación intuitiva, angustia dadaesca -- no importa
si el Terrorismo Poético está dirigido a una persona o a muchas, no importa si
está "firmado" o es anónimo, si no cambia la vida de alguien (aparte
de la del artista) no sirve.
El Terrorismo Poético es un acto en el Teatro
de la Crueldad que no tiene escenario, ni filas de asientos, ni boletos ni
paredes. Para que pueda funcionar, el Terrorismo Poético debe divorciarse
categóricamente de toda estructura convencional del consumo artístico
(galerías, publicaciones, medios). Incluso las tácticas situacionales de
guerrilla que genera el teatro callejero son, quizá, ya muy conocidas y
esperadas.
Una seducción exquisita hecha no sólo para la
satisfacción mutua, sino como un acto conciente en una vida deliberadamente
bella -- esto puede ser el máximo Terrorismo Poético. El Terrorista Poético se
comporta como un estafador cuyo objetivo no es el dinero sino el CAMBIO.
No hagas Terrorismo Poético para otros artistas,
hazlo para personas que no se den cuenta (al menos por unos instantes) que lo
que haz hecho es arte. Evita toda categoría artística reconocible, evita la
política, no te quedes a discutir, no seas sentimental; sé inmisericorde, toma
riesgos, vandaliza solo aquello que debe ser desfigurado, haz algo que los
niños recuerden toda su vida -- pero no seas espontáneo a menos que la Musa del
Terrorismo Poético te posea.
Disfrázate. Deja un nombre falso. Sé
legendario. El mejor Terrorismo Poético es ilegal, pero no te dejes atrapar. El
arte como crimen, el crimen como arte.
de Hakim Bey
traducción- Raymundo Rodríguez Alcázar
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