sábado, 22 de septiembre de 2012

TRUENO, MENTE PERFECTA

perteneciente a la biblioteca de Nag Hammadi
traducción de Raymundo Rodríguez Alcázar
de la traducción de George W. MacRae.


Fuí enviada por el poder,
y he venido a aquellos que meditan sobre mí,
y se me ha encontrado entre aquellos que me buscan.
Mírenme, ustedes que meditan sobre mí,
y los que escuchan, escúchenme.
Ustedes que esperan por mí, tómenme.
Y no me destierren de su vista.
Y no hagan que su voz me odie, ni sus oídos.
No sean ignorantes de mí en ningún lugar o momento. ¡Estén alerta!
No sean ignorantes de mí.

Pues soy la primera y la última.
Soy la honrada y la escarnecida.
Soy la puta y la santa.
Soy la esposa y la vírgen.
Soy la madre y la hija.
Soy los miembros de mi madre.
Soy la yerma
y muchos son mis hijos.
Soy aquella cuya boda es grande,
y no he tomado marido.
Soy la partera y la que no concibe.
Soy el solaz de mis dolores de parto.
Soy la novia y el novio,
y es mi esposo quien me engendró.
Soy la madre de mi padre
y la hermana de mi esposo
y él es mi descendencia.
Soy la esclava de él que me ha preparado.
Soy la soberana de mi descendencia.
Pero es él quien me engendró antes del tiempo en un natalicio.
Y él es mi descendencia a su debido tiempo,
y mi poder viene de él.
Soy el bastón de su poder en su juventud,
y él es el cayado de mi ancianidad.
Y lo que sea que él quiera me pasará.
Soy el silencio que es incomprensible
y la idea cuyo recuerdo es frecuente.
Soy la voz cuyo sonido es diverso
y la palabra cuya apariencia es múltiple.
Soy la pronunciación de mi nombre.

¿Por qué, ustedes que me odian, me aman,
y odian a aquellos que me aman?
Ustedes que me niegan, me admiten,
y ustedes que me admiten, me niegan
Ustedes que dicen la verdad sobre mí, mienten sobre mí,
y ustedes que han mentido sobre mí, dicen la verdad sobre mí.
Ustedes que me conocen, son ignorantes de mí,
y ustedes que no me han conocido, me dan a conocer.

Pues soy el conocimiento y la ignorancia.
Soy la vergüenza y la audacia.
Soy la desvergonzada; soy la avergonzada.
Soy la fuerza y soy el miedo.
Soy la guerra y la paz.
Préstenme atención.

Soy aquella que ha caído en desgracia y la grande.
Presten atención a mi pobreza y mi riqueza.
No sean arrogantes conmigo cuando sea arrojada a la tierra,
y me encontrarán en aquellos que han de venir.
Y no me busquen en el estercolero
ni se marchen dejándome desterrada,
y me encontarán en los reinos.
Y no me busquen cuando sea arrojada entre aquellos
que han caído de gracia y en los lugares menores,
ni se rían de mí.
Y no me exilien entre aquellos que son muertos con violencia.

Pero yo, yo soy compasiva y cruel.
¡Estén en guardia!

No odien mi obediencia
y no amen mi autocontrol.
En mi debilidad, no me abandonen,
y no tengan temor de mi poder.

Pues ¿Por qué desprecian mi miedo
y maldicen mi orgullo?
Pero soy aquella que existe en todos los miedos
y fuerza en temblor.
Soy aquella que es débil,
y estoy bien en un lugar agradable.
Soy insensata y soy sabia.

¿Por qué me han odiado en sus concilios?
Pues seré silente entre aquellos que son silentes
y apareceré y hablaré.

¿Por qué, pues, me han odiado ustedes, Griegos?
¿Porque soy bárbara entre los bárbaros?
Pues soy la sabiduría de los Griegos
y el conocimiento de los bárbaros.
Soy el juicio de los Griegos y de los bárbaros.
Soy aquella cuya imágen es grande en Egipto
y aquella que no tiene imágen entre los bárbaros.
Soy aquella que ha sido odiada en todas partes
y que ha sido amada en todas partes.
Soy aquella que llaman Vida,
y ustedes me han llamado Muerte.
Soy aquella que llaman Ley,
y ustedes me han llamado desenfreno.
Soy aquella a la que han perseguido,
y soy aquella a quien han atrapado.
Soy aquella a quien han desperdigado
y ustedes me han reunido.
Soy aquella ante quien se han avergonzado,
y ustedes han sido desvergonzados conmigo.
Soy aquella que no guarda festividad,
y aquella cuyas festividades son múltiples.

Yo, yo estoy desprovista de dios,
y soy aquella cuyo Dios es grande.
Soy aquella en quien han meditado,
y ustedes me han escarnecido.
Soy analfabeta,
y ellos aprenden de mí.
Soy aquella que han despreciado,
y ustedes meditan sobre mí.
Soy de la que se han escondido,
y ustedes aparecen ante mí.
Pero siempre que se escondan,
yo misma apareceré.
Pues cuando sea que aparezcan,
yo misma me esconderé de ustedes.

Aquellos que han [...] a ello [...] insensiblemente [...].
Tómenme [... entendimiento] del duelo.
y tómenme del entendimiento y el duelo.
Y tómenme de los lugares que son feos y están en ruinas,
y róbenme de aquellos que son buenos aún si en fealdad.
Por vergüenza, tómenme desvergonzadamente;
y por desvergüenza y vergüenza,
reprendan mis miembros en ustedes.
Y vengan a mi, ustedes que me conocen
y ustedes que conocen mis miembros,
y establezcan a los grandes entre las pequeñas criaturas primarias.
Avancen a la infancia,
y no la desprecien por ser pequeña y ser poca.
Y no declinen la grandeza en algunas partes por la pequeñez,
pues las pequeñeces se conocen desde la grandeza.

¿Por qué me maldicen y me honran?
Han herido y han tenido clemencia.
No me separen de los primeros que han conocido.
Y no destierren a ninguno ni los rechacen
[...] rechácence y [...] no lo conozcan.
[...].
Lo que es mío [...].
Conozco a los primeros y a aquellos que le siguen me conocen.
Pero soy la mente de [...] y el descanso de [...].
Soy el conocimiento de mi investigación,
y el encuentro de aquellos que me buscan,
y el mandamiento de aquellos que preguntan por mí,
y el poder de los poderes en mi conocimiento
de los ángeles, que han sido enviados a mi voz,
y de los dioses en sus temporadas por mi consejo,
y de los espíritus de cada hombre que existe conmigo,
y de las mujeres que habitan en mí.
Soy aquella que es honrada, que es alabada,
y que es despreciada con desdén.
Soy paz,
y la guerra por mí ha venido.
Y soy inmigrante y ciudadana.

Soy la sustancia y aquella que no tiene sustancia.
Aquellos que no tienen asociación conmigo son ignorantes de mí,
y aquellos que están en mi sustancia son aquellos que me conocen.
Aquellos que están cerca de mí me ignoran,
y aquellos que están lejos de mí son aquellos que me han conocido.
En el día en que esté cerca de ustedes, ustedes estarán lejos de mí,
y en el día en que esté lejos de ustedes, estaré cerca de ustedes.

[Soy...] dentro.
[Soy...] de las naturalezas.
Soy [...] de la creación de los espíritus.
[...] la petición de las almas.
Soy control y la incontrolable.
Soy la unión y la disolución.
Soy la permanente y la disolución.
Soy aquella que está abajo,
y ellos ascienden a mí.
Soy el juicio y la absolución.
Yo, yo soy sin pecado,
y la raíz del pecado parte de mí.
Soy lujuria en apariencia (externa)
y el autocontrol interior existe en mí.
Soy la escucha que es adquirible por todos
y el discurso que no puede ser comprendido.
Soy una muda que no habla,
y grande es mi multitud de palabras.
Escúchenme en gentileza, y aprendan de mí en aspereza.
Soy aquella que grita,
y soy lanzada a la faz de la tierra.
Preparo el pan y mi mente en él.
Soy el conocimiento de mi nombre
Soy la que grita,
y escucho.
Aparezco y [...] camino en [...] sello de mi [...].
Soy [...] la defensa [...].
Soy aquella que es llamada Verdad
e inequidad [...].

Me honran [...] y murmuran en contra mía.
Ustedes que son desterrados, juzgan (a aquellos que los desterraron)
antes que den su juicio contra ustedes,
porque el juez parcialmente existe en ustedes.
Si son condenados por éste, ¿Quién los absolverá?
O, si éste los absuelve ¿Quién será capaz de detenerles?
Pues lo que está dentro de ustedes está fuera de ustedes,
y aquel que los moldea en el exterior
es aquel que los forma en su interior.
Y lo que ven fuera de ustedes, lo ven dentro de ustedes;
es visible y es su vestidura.
Escúchenme, aquellos que escuchan
y aprendan mis palabras, ustedes que me conocen.
Soy la esucha que todo puede adquirir;
y el discurso que no puede ser comprendido.
Soy el nombre del sonido
y el sonido del nombre.
Soy el signo de la letra
y el designio de la división.
Y yo [...].
(tres líneas perdidas)
[...] luz [...]
[...] que escuchan [...] de ustedes
[...] el gran poder.
Y [...] no moverá el nombre
[...] a aquel que me ha creado.
Y hablaré el nombre de él.

Miren pues a las palabras de él
y a todos los escritos que ha completado.
Presten atención pues, ustedes que escuchan
y ustedes también, ángeles que han sido enviados,
y ustedes espíritus que se han levantado de la muerte.
Pues soy aquella que sola existe,
y no tengo a nadie que me juzgue.
Pues muchas son las formas placenteras que existen en los numerosos pecados,
e incontinencias,
y pasiones deshonrosas,
y placeres pasajeros,
que (los hombres) abrazan hasta que se vuelven sobrios
y van a su lugar de descanso.
Y allí me encontrarán,
y allí vivirán,
y no volverán a morir.

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