jueves, 5 de enero de 2012

Zonas Temporalmente Autónomas - I

Caos
por Hakim Bey
traducción de Raymundo Rodríguez Alcázar

EL CAOS NUNCA MURIO. Bloque primordial sin tallar, monstruo único lleno de alabanzas, inerte y espontáneo, más ultravioleta que cualquier mitología (como las sombras antes de Babilonia) la unidad-del-ser no diferenciado original aún irradia serena como los negros pendones de los Asesinos, azarosa y perpetuamente intoxicados.

El Caos viene antes que todos los principios de Orden y Entropía, no es ni un dios ni un gusano, sus deseos idiotas comprenden y definen toda coreografía posible, todos los éteres y flogistos insignificantes; sus máscaras son cristalizaciones de su propia falta de rostro, como las nubes.

Todo en la naturaleza es perfectamente real incluyendo la consciencia, no hay absolutamente ninguna cosa de la cual angustiarse. No solo se han roto las Cadenas de la Ley, sino que nunca existieron; los demonios jamás custodiaron las estrellas, el Imperio jamás comenzó, Eros jamás se dejó la barba.

No, escucha, lo que pasó fue esto: te mintieron, te vendieron ideas del bien y el mal, te hicieron desconfiar de tu cuerpo y avergonzarte de tus profecías del caos, inventaron palabras de asco para tu amor molecular, te adormecieron con inatención, te aburrieron con civilización y todas sus emociones usureras.

No hay realización, ni revolución, ni lucha, ni camino; ya eres el monarca de tu propia piel - - tu libertad inviolable espera a ser completada solo por amor a otros monarcas: una política del sueño, urgente como el azul del cielo.

Para arrancarse todos los derechos ilusorios y titubeos de la historia se necesita la economía de una Edad de Piedra legendaria - - chamanes, no sacerdotes; bardos, no gobernantes; cazadores, no policía; recolectores de pereza paleolítica, gentiles como la sangre, desnudándose como un símbolo o pintados como aves, suspendidos en la ola de la presencia explícita, el ahorasiempre sin reloj.

Agentes del caos que lanzan atisbos ardientes a todo o todos  los que sean capaces de ser testigos de su condición, su fiebre de Lux Et Voluptas. Estoy despierto sólo en aquello que amo y deseo al punto del terror - - todo lo demás son muebles plastificados, anestesia ordinaria, mierda-para-el-cerebro, tedio subreptiliano de regimenes totalitarios, censura banal y dolor inútil.

Los avatares del Caos actúan como espías, saboteadores, criminales del amour fou, ni altruistas ni egoístas, accesibles como niños, educados como bárbaros, enrojecidos de obsesiones, desempleados, sensualmente depravados, ángeles lobo, espejos para la contemplación, ojos como flores, piratas de todos los signos y significados.

Aquí estamos reptando las grietas entre las paredes de la iglesia estado escuela y fábrica, todos los monolitos paranoides. Segregados de la tribu por una nostalgia feroz escarbamos en busca de palabras perdidas, bombas imaginarias.

La última hazaña posible es aquella que define la propia percepción, un cordel dorado invisible que nos une: la danza ilegal en los pasillos del juzgado. Si te besara aquí y ahora lo llamarían un acto de terrorismo - - así que llevemos nuestras pistolas a la cama y despertemos la ciudad a media noche como bandidos ebrios celebrando con un tiroteo, el mensaje del sabor del caos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario