perteneciente a la biblioteca de Nag Hammadi
traducción de Raymundo Rodríguez Alcázar
de la traducción de George W. MacRae.
Fuí enviada por el poder,
y he venido a aquellos que meditan sobre mí,
y se me ha encontrado entre aquellos que me buscan.
Mírenme, ustedes que meditan sobre mí,
y los que escuchan, escúchenme.
Ustedes que esperan por mí, tómenme.
Y no me destierren de su vista.
Y no hagan que su voz me odie, ni sus oídos.
No sean ignorantes de mí en ningún lugar o momento. ¡Estén alerta!
No sean ignorantes de mí.
Pues soy la primera y la última.
Soy la honrada y la escarnecida.
Soy la puta y la santa.
Soy la esposa y la vírgen.
Soy la madre y la hija.
Soy los miembros de mi madre.
Soy la yerma
y muchos son mis hijos.
Soy aquella cuya boda es grande,
y no he tomado marido.
Soy la partera y la que no concibe.
Soy el solaz de mis dolores de parto.
Soy la novia y el novio,
y es mi esposo quien me engendró.
Soy la madre de mi padre
y la hermana de mi esposo
y él es mi descendencia.
Soy la esclava de él que me ha preparado.
Soy la soberana de mi descendencia.
Pero es él quien me engendró antes del tiempo en un natalicio.
Y él es mi descendencia a su debido tiempo,
y mi poder viene de él.
Soy el bastón de su poder en su juventud,
y él es el cayado de mi ancianidad.
Y lo que sea que él quiera me pasará.
Soy el silencio que es incomprensible
y la idea cuyo recuerdo es frecuente.
Soy la voz cuyo sonido es diverso
y la palabra cuya apariencia es múltiple.
Soy la pronunciación de mi nombre.